
Mi intento de autobiografía
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Mis inicios
Desde muy pequeña estuve relacionada con las artes plásticas, era la niña que intuitivamente pintaba bonito, que le salían bien los trabajos manuales, que tenía la mejor calificación en dibujo técnico y educación artística. Pero mi mamá es arquitecta y por cosas de la vida decidí estudiar lo mismo que ella, la arquitectura también me gustaba mucho asi que en el 2018 me gradué con honores como Arquitecta de la Universidad del Zulia en Maracaibo, Venezuela. No fue necesario entrar al campo laboral cuando ya yo sabía que esa no era realmente mi pasión. Fue un proceso largo, de mucha frustración y de aprender a mirar hacia adentro, buscar una forma de ser fiel a mi misma sin importar el qué dirán. Y sí, todos pensaron que estaba loca.
Comencé entonces a explorar durante un año probando técnicas y tratando de descubrir qué podía ofrecerle al mundo. No asistí a cursos de técnica de pintura, ni vi videos que me enseñaran, eramos mis pinceles, mis pinturas y yo conociendo la forma en la que nos llevaríamos mejor.
Mi misión siempre estuvo clara: quería que cada obra pintada por mi fuera tan especial para alguien como podía serlo para mi.
¿Porqué Pativarte?
Pativarte es un juego de palabras que empecé a partir de mi nombre (Pati), mi apellido ( Valera) y lo que vine a ofrecer al mundo (Arte). También significa que es arte hecho para ti, especial y exclusivamente... Pa' ti. "Pa' ti va arte".
Hay historias que vale la pena pintar...
En el 2019 mi hermana adoptó a una perrita llamada Luna, era la primera vez que había un perrito en mi familia, me inspiré con el vínculo que ella y mi hermana estaban construyendo y pinté el que sería oficialmente mi primer retrato de mascota. Después de Luna se sumó familia y amigas que querían algo similar pero con los suyos, fue ahí donde nació Pativarte.
En el 2020 llegué a Chile junto a mi novio que gracias a su motivación constante me atreví no solo a empezar a mostrarle al mundo lo que tenía para ofrecer sino a comenzar una nueva vida en un país muy lejos de donde nacimos. Siendo inmigrante en un país que no es el mío busqué un trabajo a tiempo completo en el área de la decoración pero en paralelo trabajaba en dar a conocer mis retratos de mascotas a través de instagram. En este punto mi única motivación era poder dedicar todas las horas laborales de mi día a mi propio negocio y logré hacerlo ese mismo año.
Poco a poco con el pasar de los años he ido sumando historias, clientes, retratos y más retratos. He pintado un apróximado de entre 60 y 100 retratos al año. ¡Imagínate cuántas historias han pasado por mis manos! Puedo decir que Chile me recibió de la mejor manera posible, cada día me sorprendo con la cantidad de vínculos de amor tan especiales que encuentran la forma de convertirse en arte a través de mis manos, de los que quieren y todavía no han encontrado la manera pero que de alguna forma apoyan mi pasión o como me gusta decirle: mi propósito de vida.
Si llegaste hasta aquí quiero darte las gracias porque de alguna forma estás apoyando lo que para mi versión de pequeña era solo un sueño, hoy gracias al apoyo de miles de personas y a mi esfuerzo constante puedo decir que este es mi sueño hecho realidad.